Riesgos para el soldador por humos y gases

Posted on21/06/2019 by

En una gran cantidad de ámbitos laborales como talleres de automoción, en el sector naval, en las industrias petroquímicas o en otros sectores asociados a la construcción de estructuras metálicas y construcción, se necesita de soldadores profesionales, uno de los puestos de trabajo que registran una mayor cantidad de accidentes laborales.

La profesión de soldador está ligada a diferentes riesgos que exigen que los profesionales se encuentren debidamente equipados con los sistemas de protección adecuados, siendo estos fundamentales para evitar la posibilidad de que se produzca un accidente que, en los casos más graves, puede llegar incluso a provocar la muerte.

La empresa debe preocuparse por ofrecer una formación adecuada a cada trabajador, haciéndole saber las medidas que debe cumplir y que le servirán para incrementar su nivel de seguridad.

Asimismo, más allá de los riesgos propios de la actividad de soldadura, un trabajador puede contar con otros muchos peligros, como es el caso de los trabajos de soldadura en altura o aquellos que se llevan a cabo en lugares confinados. 

La exposición a los contaminantes químicos, un grave riesgo para el soldador

Al pensar en el trabajo de soldador y los riesgos que puede tener asociados, lo primero que viene a la mente son los accidentes relacionados con la maquinaria o las quemaduras, si bien existen otros riesgos de gravedad como son la exposición a los contaminantes químicos.

Al llevar a cabo este tipo de trabajo, el soldador está expuesto a la inhalación de humos y gases que están originados por el material utilizado y que permanecen en el ambiente laboral.

Es muy importante que estos gases no sean respirados por el trabajador, ya que esto podría llegar a provocar intoxicaciones y otras enfermedades.

Por esta razón debe tratarse de conseguir un sistema de ventilación adecuado que actúe de una manera directa sobre el foco de contaminación en una instalación, además de que el profesional cuente con los debidos Equipos de Protección Individual, como es el caso de las mascarillas autofiltrantes (con una protección mínima FFP2) y guantes de resistencia térmica, lo que minimizará el riesgo de que el soldador pueda sufrir algún tipo de problema de salud.

En el ámbito de la soldadura, al igual que en cualquier sector laboral, es importante valorar los diferentes riesgos propios de la actividad y del entorno de trabajo en el que se lleva a cabo el mismo, tomando así las medidas que sean necesarias para garantizar la seguridad.

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