Los riesgos laborales de las peluquerías
Aunque en un principio pueda parecer que en las peluquerías no hay apenas riesgos laborales, la realidad es que los profesionales que trabajan en este tipo de centros también están expuestos a sufrir accidentes en su puesto de trabajo, accidentes que pueden llegar incluso a tener una alta gravedad.
Los peluqueros y peluqueras hacen uso de herramientas de trabajo que pueden llegar a provocar cortes, como es el caso de las tijeras afiladas de diferentes tipos, o las navajas en el caso de quienes retocan las barbas de sus clientes.
Una de las principales medidas a tomar pare reducir el riesgo de que pueda producirse un accidente laboral en este ámbito es revistar el estado de las tijeras y las navajas, que deben ser afiladas de una manera periódica, debiendo guardarse en un lugar adecuado una vez dejen de utilizarse, ya que son herramientas delicadas. Además, por la seguridad del cliente, estos útiles han de estar esterilizadas.
En las peluquerías también se hace uso de recipientes para mezclar tintes u otras sustancias. Aunque habitualmente son de material plástico, hay casos en los que se opta por recipientes de vidrio o cerámica, los cuales tienen el riesgo de poder caerse al suelo y se rompan, lo que podría provocar que el cliente o un trabajador puedan pisarlo y sufrir un daño.
Las lesiones físicas también son frecuentes en las peluquerías, ya que debido a las largas jornadas laborales en las que deben permanecer de pie, los trabajadores pueden sufrir diferentes molestias.
Por ello se recomienda que cuenten con un vestuario laboral adecuado, pero también con un calzado de trabajo que les permita amortiguar la postura, evitando así problemas de tendinitis u otras lesiones que pueden venir derivadas del uso de unos zapatos inadecuados.
Por otro lado, en las peluquerías se hace uso de productos que son tóxicos y que pueden provocar lesiones en la piel. Al realizar diferentes trabajos como teñido de cabello o decoloración se usan sustancias nocivas, inflamables, corrosivas e irritantes, productos que deben mantenerse en perfecto estado.
Ante estos riesgos es importante hacer uso de Equipos de Protección Individual adecuados como es el caso de guantes o mascarillas, estas últimas recomendadas en el caso de que se trabaje con productos que provoquen vaporizaciones.
Las lesiones más graves provocadas por estos productos son las reacciones alérgicas, así como las afecciones respiratorias, dermatitis e incluso la aparición de cáncer en los casos más graves.